Cuando el Barcelona anunció, ayer, la venta de David Villa,
las reacciones no dejaron de sucederse. Y la mayoría hacían alusión al
escaso rendimiento económico obtenido por el club azulgrana por su
traspaso. La operación se cerró en 5,1 millones de euros a pagar en tres años
y en una cláusula que estipula que el Barcelona cobraría el 50% de un
posible traspaso del asturiano. Unos términos financieros muy
desfavorables para el combinado catalán.
Aún así, el Barcelona se libera de la elevada ficha del delantero (pasaba de siete a 11 millones de euros esta temporada) y moralmente cumple con el deseo del futbolista, que solicitó permanecer en la Liga española. “No tengo ninguna queja del Barça. Me han facilitado la salida al Atlético porque sabían que yo quería jugar aquí“, ha expresado Villa tras superar reconocimiento médico con la entidad del Manzanares.
En el Calderón le garantizan un salario de infarto (pese a que no
llegue a los 11 millones azulgrana) y si pueden hacerlo es,
precisamente, por la flexibilidad mostrada desde Can Barça. Pagando su
fichaje a plazos, el Atlético puede asumir una ficha que supera, considerablemente, los 4,5 millones de euros que cobraba Radamel Falcao.
El colombiano fue fichado en 2011 por 40 millones de euros, ha sido vendido dos temporadas después por 45 y ha ofrecido un bagaje excepcional en el Atlético. Ha anotado 70 goles en 91 partidos y ha dejado en las arcas colchoneras
dinero suficiente como para fichar a su relevo y asegurarle
sobradamente un salario destacado durante tres años. Un sueldo, el de
Villa, que altera la política salarial del Atlético y que ha frenado la
llegada de más ofertas por él.
El Barcelona no quería venderle por menos de 10 millones pero la falta de propuestas y el interés del Guaje por seguir en España (el Tottenham hubiera llegado, al menos, hasta los 9 kilos) han propiciado el chollo del Atleti. Un chollo que, eso sí, no acabará de confirmarse hasta que Villa arranque su periplo como colchonero. El asturiano debe borrar la alargada sombra dejada por Falcao y mejorar los números que ha ofrecido en el Barcelona.
Si bien en su primera temporada como azulgrana ofreció estadísticas aceptables (23 tantos), las otras dos han sido para olvidar.
La grave lesión que sufrió en 2011 le impidió marcar más de nueve goles
y en la 2012-13 tuvo que conformarse con 13. Se trata de cifras que
nada tienen que ver con las que ofreció en Valencia y que deben
reaparecer en el Atlético si no quiere perderse el Mundial de 2014 con
España.
Para lograr con su cometido, Villa dispone de velocidad, de
movilidad en el ataque, de facilidad para crear huecos, de habilidad en
el desborde y de un acierto dormido. Debe despertarse para que su
fichaje por el Atleti pueda ser calificado de ganga.
Tomado de MF