El equipo madrileño se deshizo sin problemas del Celta de
Vigo en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de su Majestad
el Rey. Paco Herrera llegó a la capital española sin ninguna gana de
clasificarse para la siguiente ronda dejando a ocho de sus teóricos titulares
en el banquillo.
Cristiano Ronaldo quiso demostrar los galones que tiene
dentro del vestuario y a los tres minutos un zapatazo desde fuera del área
acabó dentro de la portería celtiña. El Real Madrid se adelantaba en el marcador
y estaba virtualmente clasificado para la siguiente ronda. Los pronósticos deportivos se
estaban cumpliendo y los locales estaban sometiendo a su rival a un
continuo acoso y derribo. El segundo tanto estaba cerca y un pase bueno de Luka
Modric a la espalda de la defensa supuso que de nuevo Ronaldo batiese a Sergio.
Dos a cero y tan solo 25 minutos de partido.
Parecía que el partido ya estaba más que sentenciado, pero
el marcador era engañoso. Un gol del Celta lo cambiaba todo ya que en la ida el
resultado fue de dos a uno favorable a los gallegos. Con ese resultado se llegó
al descanso, con Xabi Alonso siendo sustituido por un fuerte golpe en el
cuello.
A partir de ahí el equipo de Herrera tuvo sus opciones para
poder forzar la prórroga y con la salida de Aspas, los vigueses generaron
buenas ocasiones de gol. Sergio Ramos fue expulsado por doble cartulina
amarilla y después dedicó unas palabras malsonantes al colegiado Ayza Gámez por
lo que parece que el comité de competición entrará de oficio y tendrá que estar
algún partido en la grada.
En la prolongación del partido, Ronaldo anotaría el tercero
en su cuenta particular siendo
una de las noticias en apuestas de fútbol y Khedira pondría el broche de oro al encuentro. El Real Madrid se
enfrentará en los cuartos de final al Valencia de Ernesto Valverde, una
eliminatoria que se ha visto mucho en los últimos años y que seguro estará muy
igualada.