El Milán logró una valiosísima victoria en el difícil terreno del
Zenit San Petersburgo (2-3) en un partido de alta tensión en el que
ambos equipos se jugaban mucho y en el que Cristian Abbiati fue de los
más destacados de los transalpinos.
Los tres puntos suponen un gran alivio para Allegri, ya que los
últimos rumores le habían colocado fuera del banquillo milanista si
hubiera caído derrotado. Tampoco estaba mucho mejor Luciano Spalletti,
quien apostó por primera vez de inicio por Hulk y Witsel. Con los dos
últimos fichajes de los rusos sobre el césped, el que siguió fuera de
la convocatoria fue Denisov.
En el bando visitante, Bojan salió de inicio para acompañar a El Shaarawy, autor del segundo tanto de los milanistas.
Con los milanistas dominando el choque llegó el tanto de Emanuelson,
quien inauguró el marcador con una falta directa. La fortuna estuvo de
su lado, ya que su disparo tocó en la barrera y el meta ruso poco pudo
hacer para salvar su portería.
Sin tiempo para celebraciones, El Shaarawy demostró porqué es el
jugador de moda en Italia al anotar el segundo en una magnífica jugada
individual en la que se fue de varios jugadores rivales.
Con dos tantos de desventaja, el Zenit bajó los brazos y el equipo
visitante manejó a su antojo el encuentro hasta el punto de acallar a
la habitualmente ruidosa y fiel afición local. Sólo en los últimos
quince minutos del primer tiempo el Zenit le echó casta y puso en
aprietos a Abbiati, que se tuvo que emplear a fondo para frenar las
acometidas locales.
Así, Hulk justificó su desorbitado sueldo al recortar distancias en
el último minuto con un duro disparo desde dentro del área tras un buen
pase interior de Shirókov. El gol demostró ser psicológico, ya que nada
más arrancar la segunda parte, los rusos empataron el partido. El
omnipresente Shirókov, aprovechó una mala salida de Abbiati en un saque
de esquina para empatar con un impecable remate de cabeza.
Witsel, que apenas había podido jugar con su nuevo equipo debido a
sendas lesiones, quiso sumarse a la fiesta con un fenomenal disparo
desde media distancia que se fue desviado por muy poco.
El resto del partido fue un auténtico toma y daca entre dos
escuadras necesitadas de victorias para mejorar su autoestima. Allegri
intentó llevarse los tres puntos al introducir a Pazzini por el ex
barcelonista Bojan, quien no estuvo afortunado durante el encuentro.
Cuando parecía que el partido se inclinaba en favor del Zenit, fue
el Milán el que acertó a ponerse por delante y llevarse el partido. Un
centro raso desde la derecha sin mucho peligro, fue despejado por el
eslovaco Hubocan la fondo de la red de la meta defendida por Malaféev.
El Zenit lo intentó a la desesperada, pero Abbiati apareció una y otra vez para salvar a los suyos.
Tomado de Marca