Algunos dicen que ya son aburridos,
otros sólo piensan en cuando volverán a enfrentarse, hay quienes prefieren no
ver la TV;
escuchar la radio o sentarse frente a una PC con Internet, para evitar un
sufrimiento cardiaco demasiado alto, porque los partidos Barcelona-Real Madrid
de la liga española de fútbol, suelen paralizar por al menos dos horas todo el
planeta tierra.
Este domingo 7 de octubre se
volverán a ver las caras en menos de dos meses, teniendo como precedente los choques
por el título de la Súper Copa
de España, llevada finalmente a las vitrinas del club “merengue”. Ahora será el
primero del par de duelos que tienen que sostener durante el largo recorrido
para agenciarse la corona de la también llamada liga de las estrellas.
Aquí no hay especulaciones. El
equipo de la capital ibérica visitará a su archirival con la única misión de
recortar la diferencia de 8 puntos que los separa en la tabla de posiciones del
certamen. Los de la ciudad condal intentarán ampliar la diferencia y a su vez,
dar un golpe a la moral de un equipo que viene recuperando el olfato goleador
que les hizo romper todos los records la pasada temporada.
Los dirigidos por el portugués Jose
Mourinho se plantarán en el Camp Nou con su estrella, el también luso Cristiano
Ronaldo, totalmente enfocado en las porterías rivales. Dos hat-trick en igual
número de partidos; en Liga ante el Deportivo, mientras que el otro fue en
Champions frente al Ajax holandés, hace que la defensa culé esté llena de
preocupaciones, pues los improvisados centrales azulgranas deben ser, el
argentino Javier Mascherano y el camerunés, Alex Song. Aunque es bueno aclarar
que el primero de ellos viene cumpliendo esta función hace varios meses, con
notables resultados. Aún así la potencia y velocidad del crack lusitano es una
compleja aventura para quien tenga la amarga responsabilidad de frenarlo.
Además, el seleccionado “blanco”,
podrá contar en su ataque con un resurgido Kaká, cuyo juego ha vuelto a
encandilar a los seguidores y prensa en general, al punto de volver a ser
convocado en la nómina de Brasil para sus próximos partidos amistosos. A su
lado puede estar el albiceleste, Ángel Di María, jugador que aporta un gran
desborde por las bandas gracias a su tremenda rapidez en la cancha, amén de que
cuando está “metido” en el juego da mucha ayuda en labores de recuperación.
La mayor duda para Mou estará en su
hombre más adelantado, pues el francés Karin Benzema parece haber reencontrado
su habilidad para poner la pelota en el fondo de las redes contrarias y le ha
puesto difícil la titularidad al suramericano, Gonzalo Higuaín, quien tiene a
su favor el único gol marcado al Barcelona entre ambos arietes durante los dos
enfrentamientos anteriores.
El reto del once inicial debe restar
cerca de: Casillas en la portería, Marcelo y Álvaro Arbeloa por los laterales.
Como defensores centrales Pepe y Sergio Ramos. Mientras que en la contención
estará el indiscutible Xabi Alonso junto a Sami Khedira o el polivalente ganés,
Michael Essien.
Por su parte el elenco blaugrana
afrontará el Clásico con las sensibles bajas en su eje de la zaga de Carles
Puyol y Gerard Piqué, aunque este último; según las últimas noticias puede
aparecer por sorpresa en la alineación titular, pero esto no se sabrá hasta el
sábado.
Estos problemas en el fondo de la
defensa pueden provocar que los carrileros tengan que abandonar sus
acostumbradas corridas ofensivas para ayudar más en la labor de frenar el
ataque rival. Esto es un mensaje principalmente para el brasileño Dani Alves,
quien dado el sistema practicado por el equipo catalán, tiende a convertirse en
otro extremo por la zona derecha, lo que deja en muchas ocasiones ese sector un
tanto descubierto, algo que puede ser aprovechado por CR7, dado que él se mueve
más por esos lares.
Tito Vilanova, entrenador del Barça
a partir de esta campaña tras la salida del laureado Pep Guardiola, tiene otros
dolores de cabeza, pero estos son más positivos. Uno de ellos es quien jugará
por el lateral zurdo, ya que su compatriota, uno de los dos fichajes para esta
temporada, el joven Jordi Alba, ha visto como el verdeamarelo, Adriano Correia,
le ha puesto el listón a un gran nivel. Esto puede no ser tan transcendental,
pues el suramericano viene de recuperarse de una lesión.
En la medular, Sergio Busquets,
Xavi Hernández y otro que vuelve del sanatorio, Andrés Iniesta, son los que
como siempre manejarán los hilos del partido, tratando de encontrar como sólo
ellos saben hacerlo, ese espacio por muy pequeño que sea para filtrar de
balones la defensa de sus oponentes. Además de que deberán explotar la
alternativa de “dispararle” a Casillas desde la media y larga distancia, con el
objetivo de no acomodar la siempre bien plantada zaga “merengue”.
El tradicional tridente ofensivo,
comandado por el genial argentino, Leo Messi, deberá contar además con el
chileno Alexis Sánchez, que dio indicios el pasado martes en el duelo ante el
Benfica portugués por la fase de grupo de la Liga de Campeones Europea, de haber encontrado el
camino al gol.
La inquietud quizás está entre dos
que un día fueron canteranos, Pedro Rodríguez y Cesc Fábregas. El primero ya le
anotó al Real Madrid en el choque de ida de la
Súper Copa, en diana con toques de polémica
por un fuera de juego que no se pitó. Mientras que Fábregas, criticado
severamente por la prensa local, tiene a su favor que su juego puede ser
empleado tanto en la construcción de las jugadas, como en la finalización de las
mismas.
Algo que sí tendrán que tener en
cuenta ambos elencos, son las variantes a usar para contrarrestar los daños que
puedan causar las jugadas a balón parado, ya que por motivos diferentes, pero
con lazos comunes, los dos onces tienen grandes dificultades en el momento de
bloquear con efectividad la ejecución de las mismas por sus rivales.
En estos días el mundo balompédico
no habla de otra cosa que no sea el Clásico de Clásicos. Barcelona y Real
Madrid no solo cortarán la respiración, harán subir la adrenalina, sino que
mostrarán al mundo el por qué en estos tiempos son nombrados los dos mejores
clubes del planeta.
Tomado de CubanoBlaugrana