Jesé Rodríguez era un niño de 12 años que jugaba en el Huracán, un
equipo de su isla, Gran Canaria. Con estas pistas, la historia podría
ser la de cualquier chaval de cualquier barrio de España. Hasta que
Jesé un día recibió la visita de Sixto Alonso.
El ojeador del Real Madrid quedó entonces fascinado con las
cualidades de aquel chaval, rebosante de descaro y desborde, que
prefería estar una hora dando patadas a un balón que estudiar para los
exámenes.
"Le vimos con 12 años, era infantil de primer año. Tenía buenas
condiciones, le hicimos unas pruebas y nos lo llevamos a un torneo",
dice Sixto, rememorando sus primeros contactos con Jesé. Desde el
primer momento, supo que tenía que incorporarlo al Madrid. "El problema
era llevarte a un niño de 12 años de Canarias a Madrid. Hablamos con
los padres, les convencimos de que no les engañábamos y firmamos un
compromiso para llevarle a Madrid un año después", dice Sixto.
Rechazó al Barcelona
Convencer a la familia no
fue tarea sencilla, la idea de cambiar tan bruscamente Canarias por la
península para un niño pequeño no acababa de estar clara, aunque el
jugador sí tenía claro su destino. "No fue fácil porque tenía ofertas
del Espanyol, del Mallorca... Incluso del Barcelona. Le hicieron una
propuesta de ir a Barcelona y ver La Masía, pero él tenía claro que
quería venir al Madrid", asegura Sixto.
Sixto también defiende a Jesé de las acusaciones de chulería que
tiene que escuchar el madridista a diario, destacando la exigencia que
se autoimpone el jugador. "El año pasado dijo en una entrevista que
quería ser el mejor jugador del mundo. Dicen que es hipócrita, pero él
quiere serlo y no va a parar de entrenar hasta que lo consiga. Si le
respetan las lesiones, será un gran jugador con mucho futuro", asegura.
En el club se piensa igual, pues han rechazado una oferta de 10 kilos
del Benfica.
Referencia para los niños
Su club de origen,
Huracán, mantiene hoy un acuerdo con el Barcelona, algo que no ha
impedido que jugadores de la cantera del equipo den el salto al Real
Madrid, como explica su presidente Conrado Quesada. "Tenemos el ejemplo
de Trujillo, un juvenil por el que preguntó el Madrid. Al tener
convenio con el Barcelona, se lo dijimos, ellos nos dieron vía libre y
le desearon al chaval toda la suerte del mundo y va a hacer la
pretemporada con el División de Honor del Real Madrid", cuenta Conrado.
El presidente recuerda la visita de Jesé, cuando disputó con la
selección sub 18 la Copa del Atlántico. "Es un orgullo, estamos
esperando que dé el salto definitivo", dice Conrado. Pero de su alegría
trasciende un lamento, una queja, hacia el olvido del fútbol base.
"Sólo se ve a los jugadores que llegan, pero hay que saber de dónde
salieron", dice. La cantera sigue a pleno rendimiento, en busca del
nuevo Jesé, convertido en espejo para los niños, desvela el presidente:
"Es la referencia, todos aspiran a ser como él".
Tomado de Marca