'Soñamos despiertos' rezaba el lema de la camiseta con la que el
Atlético de Madrid celebró el pasado mes de agosto, en pleno verano,
que iba a disputar su cuarta final europea en poco más de dos años. Y
no estaba equivocada la persona a la que se le ocurrió la ya
archifamosa frase entre la parroquia rojiblanca, ya que no sólo la
jugó, sino que la ganó ante el todopoderoso Chelsea, con el que hizo lo
que quiso, del que abusó sin piedad, como si de un partido de patio de
colegio entre un equipo de COU y otro de octavo de EGB se tratara.
Lo que a buen seguro que no sabía el autor de la campaña de
marketing era que el Atlético iba a aguantar tanto tiempo sin dormir,
que el sueño se iba a prolongar hasta bien entrado el otoño. Hacía más
de veinte años, que se dice pronto, que el colíder de la Liga no
encadenaba siete triunfos consecutivos en Liga. Y veinte son los
encuentros que la escuadra de la ribera del Manzanares encadena sin
perder, desde que allá por el mes de abril sucumbiera ante el Real
Madrid. Por no hablar de Falcao, que no se cansa de golear y ya marca
hasta de falta. El Tigre igualó en Anoeta la mejor racha de Messi al
marcar su decimosexto gol en los últimos diez partidos.
Pero no sólo los números permiten a los atléticos continuar soñando
despiertos. También ver jugar a una serie de futbolistas que hace sólo
unos meses no daban la talla, unos jugadores de los que Diego Pablo
Simeone está sacando lo mejor, tanto a los que juegan más como a los
que lo hacen menos. Pero hay más, ahora los partidos del Atlético
terminan cuando el árbitro de turno pita el final. El curso pasado
fueron varios los puntos los que se le escaparon en el tiempo de
descuento, pero éste ya lleva conseguidas tres victorias merced a su
acierto en las postrimerías del choque.
Tomado de Marca