Si la localidad de Koprivnica, sede del equipo rival de los
rojiblancos en este primer cruce previo a la fase de grupos de la Liga
Europa, es pequeñísima ya que apenas acoge a unos 30.000 habitantes,
mucho más ínfima es la localidad donde el Athletic aguardará la hora
del duelo ante el Slaven.
Los rojiblancos se aislarán del mundanal ruido, algo que le encanta
a Marcelo Bielsa, en Durdevac, un pequeño pueblo situado en el centro
de Croacia que no llega ni a los 7.000 habitantes, dentro de un
complejo deportivo turístico que suelen utilizar con frecuencia
distintos equipos croatas profesionales de diversas modalidades al que
no podrá tener acceso la prensa durante la estancia del equipo.
La citada localidad está en medio de la nada. Está a unos 25
kilómetros de Koprivnica, donde juega mañana el Athletic su partido, y
más de un centenar de kilómetros de Zagreb, donde quedarán alojados los
seguidores que acompañen al equipo.
Su casa durante los dos próximos días será el Hotel Picok. Es un
establecimiento cuya valoración turística es de apenas tres estrellas
pero que cuenta entre sus instalaciones con un campo de fútbol, varias
pistas polideportivas y hasta un pabellón cubierto, así como gimnasio,
piscina y terreno alrededor suficiente como para realizar un stage de
preparación de cualquier deporte.
Los rojiblancos tendrán, por lo tanto, a su disposición
instalaciones suficientes para entrenarse, si es que lo consideran
oportuno, el miércoles por la mañana, ya que por la tarde se acercarán
hasta la localidad donde han de jugar el partido que debe trasladarles
a la ronda playoff, la última previa, de la competición de la que son
subcampeones.
El Athletic quedará concentrado en la tarde de este martes, dos días
antes de la disputa del partido en tan solitario lugar. Los
rojiblancos, que se ejercitarán esta mañana en Lezama a las 10.30,
partirán en vuelo chárter a las tres de la tarde y llegarán a Zagreb
casi tres horas después.
Luego cubrirán en autobús los aproximadamente 100 kilómetros que hay
hasta Durdevac, donde quedarán recluidos. En principio, mañana por la
tarde se desplazarán hasta Koprivnica, a unos 25 kilómetros, para
ejercitarse a las siete de la tarde en el escenario del partido y
regresarán a su retiro tras la práctica. El jueves abandonarán
definitivamente Durdevac puesto que tras el partido pernoctarán en
Zagreb, desde donde volarán de vuelta el viernes a Bilbao.
Un campito de Segunda B
Antes, se jugarán el
pase en el pequeño estadio Gradski de Korprivnica, un recinto con poco
más de 3.000 asientos muy similar a cualquiera de los campos de Segunda
B en nuestro fútbol que puede suponer una de los mayores inconvenientes
en el partido.
El partido será una fiesta para Koprivnica, donde hace siete
veranos, en 2005, jugó una eliminatoria de la extinta Intertoto el
Dépor. El campo se llenará, por supuesto, ya que las entradas más caras
cuestan 90 kunas, 12 euros al cambio, y las más baratas 70, o sea, 7,5
euros tan solo.
Tomado de Marca