Su acrobático gol de tacón ante el Sporting de Lisboa, el quinto en
seis partidos, ha situado al colombiano del Oporto Jackson Martínez
como el ariete de moda en el fútbol portugués, donde sus registros ya recuerdan a los de Radamel Falcao.
El minuto 11 del Oporto-Sporting del domingo ha sido repetido con
insistencia y admiración en todos los noticieros portugueses. El
brasileño Danilo centra al corazón del aérea; Jackson la mata con el pecho; evita el marcaje del internacional argentino Marcos Rojo; y ejecuta en escorzo una maniobra digna de un malabarista de elite: un taconazo suspendido en el aire que abrió el camino de la victoria a su equipo.
El tanto, que evocó a los gestos técnicos del sueco Zlatan Ibraimovic,
corona el excelente inicio de Jackson en la liga portuguesa -tiene una
media de 0,83 goles por partido- y resume a la perfección sus
características: elasticidad, potencia en el salto y colocación.
Su entrenador Vítor Pereira reaccionó con una naturalidad casi indiferente al extraordinario tanto: "Lo hace en muchos entrenamientos", aseguró.
La prensa local, sin embargo, sí que se deshizo en elogios. "Fue de Artista", resaltó el diario luso 'Record' en su portada, mientras que 'O Jogo' optó por una primera página más poética: "Jackson pinta de espaldas". Ambos rotativos coincidieron en mostrar una instantánea del colombiano rematando de forma acrobática.
Su taconazo no ha sido el único gesto técnico que ha brindado en sus
escasos dos meses en el Oporto. Hace dos semanas, en el triunfo liguero
de su equipo ante el Beira-Mar (4-1), anotó un gol después de una imponente chilena a pase de su compatriota James Rodríguez.
Para muchos, Jackson, que recaló en el Oporto procedente del Jaguares mexicano a cambio de algo menos de nueve millones de euros,
ya ha justificado la elevada inversión que iba destinada a ocupar el
vacío dejado hace dos temporadas por el también colombiano Radamel
Falcao, que fichó en el verano del 2011 por el Atlético de Madrid.
A pesar de que las comparaciones son odiosas, el fulgurante trayecto
de Jackson, nacido en Medellín hace 26 años, guarda semejanzas al del
propio Falcao, quien sumó cerca de 70 tantos en sus dos temporadas en el Oporto.
De mayor envergadura que la estrella del Atlético de Madrid, el exdelantero del Jaguares, de 1,84 metros de estatura y 75 kilos,
ya ha demostrado el valor de su juego aéreo. Un poderoso remate de
cabeza le dio al Oporto el primer título de la temporada, el de la
Supercopa lusa ante el Académica de Coimbra.
Como Falcao, Jackson tiene un físico que le permite abarcar todo el
frente de ataque, sabe abrir espacios a los compañeros e intenta
siempre acompañar en la primera línea de presión. Y, como buen ariete, remata al primer toque.
Ahora, la asignatura pendiente del 'nueve' del Oporto es marcar en la Liga de Campeones,
en la que erró un claro tanto en su debut ante el Dinamo de Zagreb.
Humilde, Jackson Martínez, con contrato hasta el 2016 y una cláusula de rescisión de 40 millones de euros, reconoce que aún le resta mucho por recorrer: "Todavía estoy en proceso de adaptación. Aún no está todo hecho y a veces no consigo entender los movimientos del equipo, estoy trabajando para eso", manifestó anoche.
Tomado de Marca