"El penalti era un tema personal, de estado anímico y confianza,
pero no por demostrar nada a nadie. Se dijeron muchas cosas cuando
fallé ante el Bayern que como profesional me tocaron el orgullo, pero
tengo claro que lo que me ha llevado hasta aquí es mi forma de pensar y
de levantarme". Así de contundente se mostró Sergio Ramos al explicar
la decisión de lanzar su penalti ante Portugal al estilo de Antonin
Panenka.
Ramos admitió que su fallo ante el Bayern le mermó en el apartado
personal, que no profesional. "Había mucha gente esperándome pero nunca
me ha afectado profesionalmente, aunque personalmente sí. Lo del
penalti al final es una anécdota y no debemos quedarnos con ello, sino
con el pase a la final, aunque con el tiempo sí que será algo que
recordaré", aseguró el defensa de Camas en rueda de prensa.
Respecto al rival de la final, Italia, Ramos admitió el respeto que
impone una selección como la 'azzurra'. "Nos debemos de preocupar pero
no obsesionarnos. Debemos mantener nuestra filosofía de juego, que es
la clave de nuestro éxito", aseguró el central de Camas.
Listón casi insuperable
"Si ganamos a Italia
pondríamos el nivel de nuestro trabajo en un listón casi insuperable.
Pase lo que pase el domingo ya hemos hecho historia, pero la guinda
sería volver a ganar la Eurocopa. Si no ganamos, nos podremos ir a casa
con la cabeza alta", insistió Ramos, quien destacó a Pirlo por encima
del resto de jugadores de Italia.
"Pirlo es un jugador único, que marca la diferencia, uno de los
pocos que con un pase rompen la línea defensiva. Es parecido al papel
de Xavi en la selección, pero sería un error centrarse solo en él y
minusvalorar al resto", manifestó.
Tomado de Marca