Eran poco más de las 17:00 de la tarde cuando el Bayern de Múnich
sacudió al deporte rey con una noticia contundente e inesperada: la contratación de Pep Guardiola. Si bien es cierto que el club alemán siempre había figurado en el horizonte del técnico de Santpedor, también lo es que el combinado germano nunca pareció el destino más apetecible para Guardiola.
Desde que abandonara el Barcelona, las especulaciones se habían
focalizado en clubes de la Premier League. Más concretamente en el
Chelsea y el Manchester City. También el Arsenal había aparecido en las
quinielas aunque, según explica hoy SportYou, Guardiola siempre tuvo claro que no negociaría con un equipo que contara con un entrenador con contrato en vigor. Y éste era el caso del Arsenal. Y del City.
La situación del Chelsea es ligeramente distinta. Rafa Benítez actúa como técnico interino y su vinculación con el combinado blue expira el próximo 30 de junio.
No obstante, comprometiéndose con el Chelsea, Guardiola habría
finiquitado cualquier opción de continuidad del madrileño en Stamford
Bridge. Un detalle que tampoco convencía al de Santpedor, pese a los 22 millones de euros por temporada de salario que le aseguraba el presidente del Chelsea, Roman Abramovich.
Entre tantas situaciones morales por resolver (y pese a que Pep Guardiola ha manifestado públicamente su deseo por aterrizar en la Premier League), el Bayern de Múnich iba ganando terreno con un argumento desconocido para el gran público hasta el día de ayer: la próxima jubilación de Jupp Heynckes.
Heynckes validó la contratación de Guardiola
Pese a los éxitos obtenidos en Alemania (el Bayern es a día de hoy
líder de la Bundesliga y está clasificado para los octavos de final de
la Champions League), el técnico determinó poner fin a su carrera como
entrenador hace meses e informar de la situación, con la suficiente
antelación, al Bayern de Múnich. Con sus intenciones sobre la mesa, el
club alemán no desaprovechó la oportunidad de tentar a Guardiola
siempre respaldado por Heynckes, quien validó al técnico catalán como su posible sucesor.
Las negociaciones se llevaron con la discreción más absoluta (dicen
que Guardiola lleva meses estudiando alemán) y tanto el técnico catalán
como la directiva del Bayern se convirtieron en auténticos
especialistas en negar, con naturalidad, todo tipo de especulaciones. “El
Bayern tiene un gran técnico, Jupp Heynckes, y sería una falta de
respeto hablar de esto o de cualquier equipo que tenga un entrenador“, expresó Guardiola en la gala de entrega del Balón de Oro (ganado por Lionel Messi). “Estos rumores son tonterías“, aseguró el portavoz del Bayern, Markus Hörwick, el pasado martes.
Un día después, la incorporación de Guardiola al combinado alemán era una realidad.
Guardiola cobrará 17 millones de euros por temporada
Resuelto el misterio, el técnico catalán respira relajado. Tiene la
conciencia tranquila porque no le ha quitado el trabajo a ningún colega, puede dejar de disimular ante los medios y, desde un punto de vista más materialista, se ha asegurado 17 millones de euros por temporada, según asegura hoy el diario Sport.
Éste último razonamiento, no obstante, no ha sido el que más ha
pesado a la hora de tomar la decisión de emigrar a Alemania, según ha
comunicado el representante de Guardiola, Josep Maria Orobitg, en una
entrevista concedida para la agencia EFE. “Ha elegido el Bayern porque de todos los equipos de los que ha tenido ofertas era el mejor. Le hemos ido pasando propuestas y éste no es el equipo que más dinero ofrecía.
Lo ha elegido por la organización que hay, por las posibilidades que él
ve y por sus futbolistas, ha explicado el agente, que ha reconocido que
el acuerdo definitivo se cerró antes de Navidades.
Ahora, Guardiola y piensa en clave alemana y en cómo gestionar a
estrellas como Frank Ribéry, Schweinsteiger, Mario Gómez o Toni Kroos,
entre otros. El año que viene, el espectáculo en la Bundesliga está
asegurado.
Tomado de Mercafutbol