La confirmación de que Fernando Llorente no renovará su contrato con
el Athletic ha corrido como la pólvora entre los clubes europeos
interesados en cazar al delantero riojano, y todos van tomando
posiciones para llevarse a la ansiada presa. Y es el Arsenal el que
parte en la pole position de la parrilla de salida de la carrera por
fichar al internacional rojiblanco.
Ante la puja abierta por la Juventus, dispuesta a ofrecer 16
millones de euros por Llorente tal y como confirma La Gazzetta dello
Sport en su portada de ayer, el Arsenal se ha apresurado a apostar en
la subasta para hacerse con un delantero que supla la marcha de Van
Persie, quien a principios de este verano anunció su decisión de no
renovar su contrato, que finaliza en 2013.
El técnico del Arsenal, Arsene Wenger, se ha resignado a perder al
delantero que marcó 30 goles la pasada temporada para el conjunto
londinense, y no tiene duda de que Fernando Llorente, que la pasada
campaña anotó 29 dianas, sería el sustituto ideal para reemplazar al
artillero holandés.
Su fortaleza rematadora, su virtud para jugar de espaldas a portería
y su habilidad con el balón en los pies, son cualidades que acreditan
al riojano como un delantero capacitado para triunfar en la Premier
League.
El Arsenal confía en poder utilizar buena parte de la cantidad que
obtenga con la venta de Van Persie, 25,6 millones de euros, en la
contratación del internacional de Rincón de Soto. Aunque ya sabe que el
club bilbaíno no le dejará escapar por menos de 36 millones de euros,
el precio que marca su cláusula de rescisión, como dejó claro Josu
Urrutia.
El club londinense ya sonó con fuerza como destino de Llorente a
finales del pasado mes de mayo. En aquella ocasión, incluso se llegó a
asegurar que el ariete del Athletic ofrecería una rueda de prensa en un
céntrico hotel bilbaíno para anunciar su marcha al Arsenal; un rumor
que corrió como la pólvora por las redes sociales, hasta el punto de
que Llorente to Arsenal se convirtió en trending topic mundial.
Sin embargo, en ese momento, el futbolista aún no había desvelado
nada sobre sus intenciones de futuro y todo el mundo confiaba en que
renovaría. Hasta ayer, cuando el castillo se desmoronó.
Tomado de Marca