Aunque fue un tanto espectacular, no cogió a nadie por sorpresa.
Cuando Roberto Baggio marcó ese gol ya llevaba años deslumbrando al
máximo nivel. Tanto, que un año antes, en 1993, llegó a la cima
futbolística al ganar el Balón de Oro.
El italiano acumuló una
interminable lista de goles de bandera a lo largo de su exitosa
carrera, pero ese representa a la perfección las principales virtudes
del goleador: velocidad, calidad y instinto asesino.
En un
encuentro disputado el 2 de enero de 1994, y en el que la Juventus
derrotó 0-3 al Udinese a domicilio, Baggio dejó su sello de calidad al
cerrar la goleada con un golazo en toda regla.
'Il divino' se
anticipó a un balón dividido en el centro del campo y se fue por
velocidad. Al llegar al vértice del área, recortó a su marcador
dejándole en el suelo y una vez en la zona de castigo, tiró de potencia
para plantarse ante el meta del Udiense, a quien batió por el palo
corto.
Roberto Baggio fue uno de los principales 'culpables' de
que la 'Vecchia Signora' se llevara el Scudetto por delante de la
Lazio. Al término de la temporada, el 'crack' fue designado Bota de
Plata y fichó por el Milan.
Tomado de Sport