Parece una locura pensar que un equipo capaz de marcar 167 goles en lo que
llevamos de competición dependa de un futbolista para perforar las porterías
rivales pero es obvio que cuando Messi no anota o no da un pase de gol, el
Barcelona no se lleva el triunfo. Eso fue lo que pasó este pasado miércoles
ante el Chelsea y lo que ha sucedido en alguna otra ocasión.
Los azulgranas dispararon 24 veces a Cech, igualando la mejor marca de la
temporada. Entonces fue el Bate Borisov el que lo sufrió durante la fase de
grupos y el partido acabó 0-5 para los culés. Pero Messi no estuvo fino en
Stamford Bridge, rompió su racha goleadora y el Barça lo acusó. Fue uno de los
deseos que pidió Juan Mata en la previa. "Esperemos que Messi no esté
fino", dijo a MARCA y el miércoles pudo comprobarse por qué.
No hay que olvidar que a pesar de los 167 goles que lleva el Barcelona hasta
el momento, más de 60 son de Messi, que es el máximo goleador en la Champions League
(14 goles) y también en la Liga,
compartiendo liderato con Cristiano Ronaldo (ambos suman 41 tantos). Además, el
argentino ha conseguido marcar en las seis competiciones que disputa el club
azulgrana esta temporada.
Messi ha marcado en la mayoría de partidos y el Barcelona también los ha
ganado casi todos. No obstante, ha tenido poco acompañamiento por parte del
resto de delanteros. Las aportaciones de cara al gol han venido más de la
primera y segunda línea, que han complementado los porcentajes anotadores de La Pulga. Curiosamente,
en cuatro de los partidos que Messi no marcó, el Barcelona se marchó sin
estrenar el casillero.
Sucedió ante el Villarreal (0-0) y el Sevilla (0-0) en Liga y ante el Milan
(0-0) y el Chelsea (1-0) en Champions. Curiosamente, ante los hispalenses Messi
tuvo la oportunidad de llevarse los tres puntos para su equipo en la
prolongación del partido, cuando señalaron un penalti a favor del Barcelona con
el tiempo cumplido. Pero el delantero lo falló y ningún azulgrana más fue capaz
de marcar.
Más preocupantes han sido las dos veces que ha sucedido en Europa. En los
cuartos de final ante el Milan, el empate final sin goles ponía en apuros a un
Barça que se veía obligado a ganar en el Camp Nou (cualquier empate con goles
le eliminaba por el valor doble de los tantos fuera de casa). Precisamente, en
la vuelta (3-1) Messi lideró la victoria anotando dos penaltis.
Y mucho más se le echó en falta este miércoles porque el 1-0 es uno de los
resultados más peligrosos a los que deberá medirse el Pep Team. El Barcelona
debe ganar por dos o más goles diferencia si quiere disputar la final de la
presente edición de la
Champions.
La buena racha del Barcelona coincidía con un Messi imparable. Los
azulgranas habían ganado todos sus partidos desde el pasado 11 de febrero, día
en el que cayeron ante el Osasuna en Pamplona (3-2). Desde entonces, La Pulga marcó en todos los
partidos de Liga (exceptuando el del Sporting porque estaba sancionado), que se
saldaron con triunfos y en tres más de Champions.
No obstante, la aportación de Messi no radica únicamente en los goles que
marca, sino también en las asistencias que da, siendo partícipe directo de más
de la mitad de los goles que ha marcado el equipo. Es el jugador del Barcelona
que más asistencias de gol ha dado en lo que llevamos de temporada.
Tomado de Marca