El Bayern de Múnich no descansa. Inmerso en pleno Mundialito de Clubes,
ayer certificó su pase a la final del sábado tras imponerse por 3-0 al
Guangzhou.
Y es que los pupilos de Pep Guardiola, lejos de su mejor versión,
fueron superiores. Fueron de menos a más en el partido. Antes de ponerse en
materia, alguna contra del conjunto chino y las llegadas de Muriqui pudieron cambiar los pronósticos de
fútbol del choque pero nada más lejos de la realidad.
Los alemanes son demasiado superiores en estos momentos. Poco a poco
fue carburando el equipo. Thiago, Götze y Kroos se asociaban en zona de tres
cuartos, Ribery era un puñal por la izquierda, Lahm ejercía de equilibrio y de
perfecto ejecutor de ese primer pase tan importante mientras que Alaba se unía
al extremo francés en esa labor de percutir el lado derecho chino.
Así, parecía que tarde o temprano llegarían los goles. Los disparos al
palo de Thiago y Kroos fueron el preludio de lo que llegaría después. En el 40
Ribery enganchó una volea en el segundo palo con la pierna izquierda que Cheng
no pudo atrapar para poner el 1-0. Parecía que se llegaría con ese resultado al
descanso pero una buena presión arriba de los de Guardiola dio lugar a un robo
de Thiago y una posterior asistencia perfecta del español para que Mandzukic
pusiera el segundo.
Tras el paso por vestuarios, a los dos minutos de la reanudación, Mario
Götze se inventó un excelente disparo cruzado para sentenciar el choque. A
partir de ahí, poco que destacar de un encuentro que sirvió de entrenamiento
para la final. Sin duda, el Bayern es el favorito debido a que es la mejor de
las promociones de fútbol
del torneo. Veremos si es el Atlético Mineiro de Ronaldinho o, por el
contrario, el local Raja Casablanca su rival en esa deseada final del sábado.