Buenas sensaciones del Celta de Luis Enrique. A pesar de
caer derrotados en el primer amistoso serio de la pretemporada por 1-0 ante el
Oporto, fueron superiores en todo momento a los lusos.
A estas alturas de la temporada es evidente que el resultado
no importa, las sensaciones son las que mandan. Pues bien, ayer en ese sentido
el Celta fue de notable. Luis Enrique puso en liza un 4-5-1 sobre el terreno de
juego. Acumuló centrocampistas por dentro y fijó sólo arriba al debutante
Charles. El hecho de juntar tantos futbolistas de centro del campo hizo que el
Oporto no circulara con fluidez y que el Celta, al contrario que su rival,
manejara el partido a su antojo.
El gol en el minuto 12 de Jackson Martínez en un clamoroso
fuera de juego no entrañó ningún error defensivo, por lo que Luis Enrique debe
estar tranquilo en ese sentido. Y más tranquilo aún se debe quedar por el fondo
de armario del que dispone. Y es que si la primera parte fue buena, la segunda
lo fue aún mejor. Nolito estrelló un balón en el palo y fue una pesadilla
constante para sus rivales, David Rodríguez no pudo superar al guardameta luso
en un mano a mano y los juveniles, especialmente Goldar, demostraron que se
pude apostar online por la
cantera.
En definitiva, este Celta tiene muy buena pinta. Calidad,
orden y desparpajo que sirvieron para aparecer en la presentación de una de las
mejores apuestas en las competiciones UEFA de los
últimos años y superarles en todo momento. Los aficionados celestes pueden
ser optimistas.
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