Cada vez cobran más relevancia y escuecen más los deseos de Platini,
que expresó públicamente su preferencia de una final entre Alemania y
España. Los directivos de la Federación portuguesa de fútbol recelan de
la designación del árbitro turco Cuneyt Cakir.
"Había mejores candidatos de países que ya están en su casa, pero
han elegido a éste, que no está al nivel de otros, ni mucho menos",
aseguran fuentes de la FPF.
Los enviados especiales portugueses más
veteranos ya han vivido situaciones similares, como explica José Carlos
Freitas, del diario luso Record: "Ya pasó en la Eurocopa de 2000.
Dijeron en un periódico francés que querían una final entre Francia y
Alemania, y esa misma noche caímos eliminados en semifinales contra los
galos", recuerda.
Otro recuerdo muy fresco en la mente de los portugueses, y todavía
más cercano al ser contra España también, es la eliminación del Mundial
de Sudáfrica gracias a un gol de Villa en fuera de juego. Así lo
recuerda Rui Frias, de Diario de Noticias: "Se decidió todo por un
detalle que nace de un error del colegiado. Probablemente no habría
ganado de ninguna manera Portugal, pero el hecho es que aún se recuerda
no sólo ese gol en fuera de juego, sino también la expulsión de Ricardo
Costa, provocada por Capdevila. Se cuestionó si las decisiones
arbitrales hubieran sido las mismas en caso contrario".
Los posibles penaltis que el árbitro no pitó a favor de Croacia en
su enfrentamiento en la fase de grupos contra La Roja también han
levantado suspicacias en Opalenica.
"¿El más peligroso de España? ¡Platini!", bromean algunos
periodistas que califican las declaraciones del máximo mandatario del
fútbol europeo como de irresponsables porque, aunque no estén lanzadas
con ninguna intención, cualquier colegiado que quiera acercarse al
círculo cercano de Michel Platini "puede tomárselas demasiado al pie de
la letra".
La presión ahora para el colegiado turco, que tratará de pasar desapercibido en el Donbass Arena de Donetsk.
Tomado de Marca