Los dos partidos "estrellas" de la séptima jornada de la máxima
competición italiana de fútbol han puesto el cierre a la misma y han
venido a constatar las sensaciones que los cuatro conjuntos han venido
dejando en lo que se lleva de campaña.
Así, el Inter no brilla
pero, al menos, saca sus partidos adelante a base de saber estar; el
Milan dista mucho en calidad al equipo que no hace tanto tiempo estaba
en lo más alto; el Nápoles es peleón, tiene gol y buena defensa, y es
el más firme candidato a luchar al Juventus el "scudetto" (título); y
el Udinese ha pasado de ser una de las sensaciones de los últimos años
a rondar por la zona descenso.
En Milán, el derbi de la
"madonnina" se lo llevó un Inter que supo rentabilizar al máximo el
temprano tanto de Samuel (m.4), en remate cabeza tras saque de falta a
cargo de su compatriota Esteban Cambiasso, y sacó los colores a un
rival que tiene voluntad pero poco más.
Y eso que el Milan, tras
el gol, dominó y atacó a un rival cerrado, que plantó un muro y que
buscó matar al contragolpe. Pero el conjunto milanista adoleció de
remate y también de un poco de fortuna en algunas acciones.
Al
final, los tres puntos le permiten al Inter alcanzar al Lazio en la
tercera plaza, estando ambos a cuatro puntos del líder. El Milan se
queda undécimo, a dos puntos de la zona descenso, y con su técnico
Massimiliano Allegri en una más que delicada posición.
El
Nápoles se impuso al Udinese en un partido donde los goles llegaron en
la primera mitad. Los napolitanos se adelantaron con Hamsik (m.30),
igualó el conjunto friuliano con Pinzi (m.43) y a pocos segundos del
descanso Pandev (46+) puso el definitivo 2-1.
En la segunda
mitad sufrió el Nápoles ante los ataques del Udinese, pero se llevó un
triunfo que le permite igualar con el Juventus Turín, que horas antes
se había impuesto en su vista al Siena (1-2)
Tomado de Sport