La selección española volvió a derrotar a Italia en una tanda de penaltis de una semifinal y se jugará la Confederaciones
ante Brasil. Navas marcó el tanto definitivo en una tanda que se hizo
eterna tras un encuentro igualado en el que España fue de menos a más y
quiso evitar la tanda en la que acabó venciendo por todos los medios.
No había autocomplacencia, pues Pedro fue el primero que demostró
actitud con una doble ocasión de peligro en tan solo dos minutos de
partido. Tampoco la falta de genios sobre el campo, pues Xavi, Iniesta
y Silva tenían fútbol suficiente para hacer saltar la chispa. Pero
algo, y por el gesto de Vicente del Bosque en el banquillo debía ser
algo importante, le faltó a España durante una primera mitad que al
menos acabó sin males mayores.
Lo hizo por una labor encomiable de un Iker Casillas que fue ganando
presencia conforme se diluía la del resto de jugadores españoles.
Sergio Ramos, que había comenzado el encuentro respondiendo al
planteamiento de presión alta comandando tanto la retaguardia como la
vanguardia, se vio obligado a centrar su trabajo en tapar los huecos
que le ganaban a Jordi Alba casi en cada contragolpe italiano.
La ayuda del central llegó incluso a ser insuficiente, ya que por
banda derecha era por donde entraba sin oposición y de forma constante
Maggio, el mayor peligro de Italia que se topó con Casillas hasta en
dos ocasiones. Los de Prandelli, lejos de haber tenido algún tipo de
complejo recordando la final de la última Eurocopa, ganaron en todo
momento la batalla táctica e hicieron de las salidas a la contra un
auténtico espectáculo a medida que España comenzaba a perder el control.
MANIOBRA DE AUTODEFENSA
Con la cabeza acababan continuamente sus jugadas los delanteros
italianos. Y cabeza era lo que le faltaba a España en el ecuador del
primer asalto. Los de Vicente del Bosque, eso sí, fueron conscientes de
la situación en todo momento y aprendieron a usar sus armas de
autodefensa, siendo la posesión en horizontal la mejor de ellas.
Gracias a esta adaptación de su juego consiguió camuflar España la nube
que atravesaba su juego, haciendo que Italia pudiera bajar el ritmo de
sus ataques conforme se acercaba el descanso.
Antes del ecuador actuaba Casillas en su parada más clara a Maggio
–llegó solo al costado para rematar de cabeza- y Fernando Torres, por
su parte, dejaba constancia de su tímida participación con un intento
que servía para recordar que la campeona de Europa y del mundo todavía
estaba allí.
No hizo cambios Del Bosque tras el descanso en lo que quizás era una
maniobra de despiste o bien una segunda oportunidad para los once
iniciales. En todo caso, no duró demasiado. A los cinco minutos salió
Navas con la obligación de ser el Plan B de La Roja.
Lo fue durante sus primeros minutos sobre el césped, cuando España
ganó ligeramente profundidad y desborde con tímidas incorporaciones de
Jordi Alba. Como en la primera parte, sin embargo, fue Andrés Iniesta
el que puso las pocas dosis de magia. El de Fuentealbilla se encargaba
de intentar una y otra vez los cambios de ritmo que le permitían
zafarse de hasta tres rivales, justo hasta que la muralla se plantaba
de frente. De esta forma llegó su ocasión clara en la segunda parte,
aunque el balón se le fue demasiado desviado al disparar extremadamente
forzado.
PRÓRROGA SIN REMEDIO
Tanto España como Italia fueron cada vez más conscientes de que la
prórroga era el destino que tenían que afrontar al ver que los cambios
no acababan de funcionar. En España Mata dio un poco de aire pero no
demasiada magia. En Italia, el físico se agotaba mientras seguían
intentado aprovechar el vacío ideológico de España. Las últimas
oportunidades y tras aguantar el empuje que recuperó la ‘azurra’ fueron
para los de Del Bosque, que contagiados por Piqué gozaron de pequeños
amagos que al menos hacían mantener la esperanza en el gol.
Todo el remedio que no pudo poner España para evitar la prórroga lo
trató de encontrar para olvidarse de los penaltis. No sin antes
salvarse por un palo que se alió con Casillas a disparo de Giaccherini.
Acosó luego el mejor Iniesta por momentos, Alba se reconcilió con el
ataque y hasta Javi Martínez, en un ataque de entrenador de Del Bosque,
se convertía en delantero centro. Casi sin quererlo las tornas se
habían cambiado. Italia se quedaba sin fuerzas y España acosaba con el
único descanso del entretiempo del tiempo de desempate.
Ya en el cuarto y último asalto del encuentro solo España,
aprovechando la magia del minuto 116 que dio un Mundial, se volcó hasta
rozarse con el larguero, Buffon y toda una nube de italianos que quería
la tanda de penaltis a cualquier precio. Al final la ‘azurra’ la tuvo,
pero no contó con que en los últimos años existe algún tipo de fuerza
que en estas lides pone la balanza en favor de los de Del Bosque. Jesús
Navas, en el séptimo penalti, cerró una tanda en la que solo hubo un
borrón de Bonucci en la muerte súbita después de que los porteros
hubieran sido meros espectadores de disparos fríos y teledirigidos.
España se jugará la final ante Brasil en Maracaná.
LA FICHA DEL PARTIDO:
0 – España: Casillas, Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba,
Busquets, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.52), Pedro (Mata, m.79) y
Fernando Torres (Javi Martínez, m.94).
0 – Italia: Buffon, Maggio, Barzagli (Montolivo, m.46), Bonucci,
Chiellini, Giaccherini, Pirlo, De Rossi, Candreva, Marchisio (Aquilani,
m.79) y Gilardino (Giovinco, m.91).
Tanda de penaltis: 1-0: Candreva. 1-1: Xavi. 2-1: Aquilani. 2-2:
Iniesta. 3-2: De Rossi. 3-3: Piqué. 4-3: Giovinco. 4-4: Ramos. 5-4:
Pirlo. 5-5: Mata. 6-5: Montolivo. 6-6: Busquets. 6-6: Bonucci. 6-7:
Navas.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Piqué (105) por España, y a De Rossi (65) por Italia.
Incidencias: partido de semifinales de la Copa Confederaciones,
disputado en el estadio Castelão ante la presencia de 59.000
espectadores. Los capitanes Casillas y Buffon leyeron en los
prolegómenos del partido un manifiesto en contra del racismo. Italia
portó brazaletes negros en memoria de Stefano Borgonovo.
Tomado de Cubadebate