Si hay algo que caracteriza al presidente del Oporto, Nuno Pinto da
Costa, es su facilidad para encontrar talentos a bajo coste y su soltura para venderlos a precios de infarto.
Durante su mandato, ha comandado ventas tan rentables para el Oporto como la de Pepe al Real Madrid por 30 millones de euros (el defensa había costado dos ‘kilos’), la de Anderson al Manchester United por 31,5 (el futbolista aterrizó en Do Dragao por 5,5), la de Freddy Guarín al Inter por 11 (costó 1 millón) o las de Radamel Falcao (Atlético de Madrid) y Hulk (Zenit de San Petersburgo).
Estos dos últimos jugadores han sido los que más portadas han
acaparado y los que han incidido en la gran gestión llevada a cabo por
Pinto da Costa. Falcao fichó por el Oporto procedente de River Plate por 5,5 millones de euros y, dos temporadas después, su coste se elevó hasta los 40 ‘kilos’ que pagó el Atlético de Madrid para hacerse con sus servicios. El coste de Hulk para el Oporto fue más elevado (19 millones) pero su venta al Zenit de San Petersburgo por otros 40 millones volvió a evidenciar la capacidad negociadora de Da Costa.
Más allá de su habilidad para rentabilizar, al máximo, sus inversiones cabe añadir que el presidente del Oporto ha logrado que los traspasos no impliquen una pérdida de competitividad en el equipo.
El constante flujo de nuevas y baratas incorporaciones permite al
Oporto seguir dando la cara en la Liga Sagres y el mejor ejemplo de
ello está representado en la figura de Jackson Martínez.
El delantero colombiano aterrizó en la entidad lusa el pasado verano
por nueve millones de euros y procedente del Jaguares Mexicano y a día
de hoy ya puede decirse que ha rentabilizado, con goles, la inversión
que realizó el Oporto para contratarle. Hasta la fecha lleva 14 tantos marcados en la Liga portuguesa y ya ha superado a su compatriota Falcao en cantidad de tantos anotados a media temporada.
Al término de la primera vuelta de la campaña 2009-10, el Tigre
llevaba diez goles. En la campaña 2010-11, siete. Ante tales
estadísticas, parece factible que Jackson Martínez acabe pulverizando
los registros de un Falcao a quién ya no se le añora tanto en Do Dragao.
Martínez ha logrado borrar su sombra a base de goles, técnica y
regates. No obstante, y para disgusto de los aficionados del Oporto, su
estancia en la entidad lusa también tiene fecha de caducidad.
A día de hoy ya le pretenden clubes como el Barcelona, el Liverpool o el Chelsea y parece complicado que su periplo en Portugal vaya a alargarse durante mucho tiempo más.
Hasta que su marcha se produzca, no obstante, en el Oporto seguirán disfrutando de sus goles. Y cuando se vaya, Pinto da Costa, que le blindó con una cláusula de 40 millones, podrá firmar su enésimo negocio redondo.
Tomado de Mercafutbol