El astro del fútbolmundial, Diego Armando Maradona, mostró sus deseos de volver a Italia y dirigir al Napoli. “Es un sueño bellísimo, el tiempo dirá” comentó el exjugador.
“Extraño Nápoles y a los napolitanos, su energía y el amor de esa
gente a la que tanto le di”, confesó Maradona, en una entrevista de
L’Espresso en la que auguró llegar a un acuerdo con el fisco italiano,
que le reclama una deuda millonaria.
“Todas las sentencias demuestran que no evadí un peso y me han
humillado sólo porque me llamo Maradona y porque me consideran un poco
napolitano”, comentó al respecto el ex campeón del mundo (en México
1986).
Consultado sobre la posibilidad de entrenar a algún equipo grande de
Italia como Juventus, Inter o Milan, si finalmente alcanza un acuerdo
con el fisco y puede regresar a Italia sin pasar sobresaltos, Maradona
fue claro.
“En mi corazón sólo hay lugar para Napoli. Los hinchas napolitanos
son una fuerza de la naturaleza”, resumió el hombre que como futbolista
festejó cinco coronas con el club partenopeo.
Maradona jugó en Napoli entre 1984 y 1991, marcó 115 goles en 259
partidos y conquistó dos “scudettos” (1987 y 1990), una Copa Italia
(1987), una Supercopa de Italia (1990) y una Copa UEFA, hoy denonimada
Liga de Europa (1989).
Actualmente, Maradona es entrenador del Al Wasl de Emiratos Arabes
Unidos, con el que está a un paso de ganar la Copa del Golfo y al que
llegó en 2011 tras su experiencia como técnico de la selección
argentina.
La carrera de Maradona como entrenador se inició en el hoy
desaparecido Deportivo Mandiyú de Corrientes y siguió luego en Racing
Club, también de su país, únicas experiencias previas y ambas 13 años
antes de asumir el comando de la “albiceleste”.
La dura eliminación a manos de Alemania en cuartos de final del
Mundial de Sudáfrica 2010 marcó su despedida de la selección argentina,
con la que dice haber convertido el mejor gol de su carrera,
considerado el mejor en la historia de los Mundiales.
Fue el que le marcó a Inglaterra en el triunfo por 2-1 en cuartos de
final de México 86, tras dejar en el camino a seis rivales para
sentenciar un pleito en el que convirtió aquel bautizado como “la Mano
de Dios”.
Tomado de Cubadebate