El entrenador Franciszek Smuda confesó hoy que entrenar a Polonia para
la inminente Eurocopa fue el trabajo más duro de sus 63 años de vida,
pero confía en buenos resultados.
En declaraciones a la Web
oficial del torneo, el seleccionador polaco precisó que la meta del
joven plantel es avanzar a la segunda ronda, "y lucharemos desde el
principio con esa mentalidad".
"Es un momento excepcional para mi, pero trato de no verlo así y
asumirlo con normalidad: lo primero es concentrarme en el equipo, en
los entrenamientos, que es lo verdaderamente importante", comentó.
Más allá del impacto de la Eurocopa en su legado, Smuda adelantó que se
siente satisfecho con su joven equipo y busca devolverle a Polonia un
éxito que no disfruta desde hace tres décadas.
"Creo que
nuestro equipo puede lidiar con eso y lo hará: tenemos jugadores que,
pese a su edad, han cosechado éxitos profesionales a nivel de clubes, y
eso se traspasa a nivel de selección", señaló.
Respecto a su
debut contra los inesperados campeones de la Euro-2004, Grecia, Smuda
admitió que sus rivales tienen más experiencia y quizás se sientan
favoritos, lo cual puede virarse en contra.
"(Los griegos)
tienen derecho a sentirse favoritos, pero nuestro equipo es muy joven,
y por eso tiene menos que perder", estimó.
Smuda prefiere
soslayar las críticas de quienes le cuestionan la convocatoria de
extranjeros nacionalizados o con raíces polacas, y advierte en cambio
que armar una selección nacional es muy difícil.
"Lamento la
falta de tiempo para entrenar más como equipo, pero espero que mis
jugadores aprendieran lo que quiero de ellos", dijo el estratega, que
sueña con que sus muchachos hagan historia.
Tomado de Prensa Latina