Justo hace tres años, en el mercado de invierno de la temporada
2010/11, llegaba al Camp Nou con la ilusión de hacer historia con el
conjunto azulgrana, pero el tiempo y la mala fortuna (muchos
problemas físicos) ha puesto a Ibrahim Afellay en el saco de los
jugadores que no cuajaron en el Barça…hasta ahora.
Y es que el futbolista holandés, cuando parecía que su única
posibilidad de jugar era cambiar de equipo, se ha encontrado con un
poderoso ‘valedor’ en su propio club: recientemente, Gerardo Martino dejó abierta la posibilidad de que el jugador pueda disponer de minutos como culé,
declarando que “me gusta mucho cómo juega Afellay, tiene condiciones.
Necesitamos que siga evolucionando, pero estamos contentos de poder
contar con él”.
Recordemos que era Tito Vilanova quien no quería contar con Afellay
(éste ya se fue cedido al Schalke 04 la pasada campaña, y había sido
declarado transferible este último verano), mientras que apenas tres
semanas después de la llegada del Tata al Barça, el extremo holandés sufrió la lesión en su muslo derecho que le ha hecho estar de baja hasta hace apenas unos días.
¿Cómo pinta, pues, el año 2014 para Ibi? Por un lado, tiene la opción de seguir,
aunque correría el riesgo de no convencer a Martino, pasar cinco meses
más sin jugar, y, seguro, quedarse fuera del Mundial (hasta su etapa de
ostracismo -segunda mitad de curso- en el Schalke, era un fijo en las
convocatorias de Holanda, llegando a disputar varios encuentros como
titular).
Por el otro, podría cambiar de aires (también en forma de cesión, como prefiere el Barça), y así disponer de minutos, recuperar la forma, e incluso poder ser seleccionado por el combinado oranje para la cita de Brasil.
Sin embargo, la buena prensa internacional que el futbolista mantuvo
durante su primera temporada y media como azulgrana se fue disipando
tras su flojo año en Alemania, y, sobretodo, por las continuas lesiones
que tenía (recordemos que el rumor más interesante del que fue
protagonista el pasado verano le situaba en el Málaga).
Decida lo que decida (o lo que le dejen decidir), Afellay tendrá el mismo reto, y éste sí que sólo depende de él: demostrar que es un jugador de primer nivel.
Tomado de MF