El Atlético se impuso al Hapoel en
un partido soporífero en el Vicente Calderón, de esos que a buen seguro no
pasarán a la historia en la retina del aficionado rojiblanco.
Y es que el conjunto colchonero, plagado
de rotaciones como viene siendo habitual, sesteó durante ochenta minutos, por
salvar los primeros diez en los que consiguió el gol. La lectura positiva del
partido es que los rojiblancos ya están clasificados a falta de definir su
posición definitiva en el grupo y que se sigue demostrando que algo ha cambiado
en este equipo. Algo ha cambiado porque antes estos partidos se convertían en
auténticos suplicios que complicaban clasificaciones y generaban dudas mientras
que ahora se saldan con victorias. Aburridas, pero al fin y al cabo victorias.
El encuentro comenzó con buenas noticias de fútbol. Adrián realizó una jugada de las
de antaño para habilitar a Raúl García y que éste anotara el 1-0. Corría el
minuto siete y los aficionados que habían acudido a un desértico Vicente
Calderón se frotaban las manos pensando en una goleada que certificara la
clasificación. Pero al final ese frote de manos sólo les sirvió para paliar el
frío porque de la goleada, ni rastro.
Es más, el conjunto israelí pudo
sacar algo positivo de su visita a Madrid. Ben Haim, ayudado por la pasividad
defensiva atlética encarnada en Silvio, se puso el traje de Messi y a punto
estuvo de sorprender a Asenjo hasta en tres ocasiones claras. Cada vez que
cogía el balón daba sensación de peligro. La poca actitud de los se Simeone
hizo que los visitantes se fueran hacia arriba y dejaran espacios que Adrián
pudo aprovechar. El delantero asturiano pudo batir en dos manos a manos al guardameta
israelí y echó fuera un cabezazo que parecía más difícil de fallar que de
meter. Pero el ’7’ atlético sigue demostrando que no está en su mejor versión.
Dos sustos más de los visitantes antes de final un partido que no pasará a la
historia de las apuestas
deportivas del fútbol europeo.
De este modo, al Atlético de
Madrid, ya clasificado, le basta con empatar en Plzen para acabar como primero
de grupo y evitar a los ‘cocos’ que vengan de la Champions.