Ángel di María se encuentra en el punto
de mira de dos de los equipos más poderosos del fútbol europeo.
Manchester United y PSG están muy atentos a la situación del extremo
argentino, que incluso no descarta cambiar de aires a final de
temporada si Mourinho, como todo hace indicar, no continúa en la casa
blanca.
La situación a día de hoy no pasa de un concienzudo seguimiento de
sus evoluciones y de alguna que otra averiguación extraoficial por
parte de ambos clubes sobre las intenciones futuras del rosarino. Nadie
se ha dirigido al Madrid ni tampoco hay ofertas en firme. Pero conviene
destacar las excelentes relaciones de su representante, Jorge Mendes,
tanto con el United y Ferguson como con el PSG y su jeque, Hamad Al
Thani.
Di María está viviendo una temporada irregular en el Real Madrid. No
atraviesa por su mejor momento en las últimas semanas, aunque empezara
el curso como un tiro. El rosarino ha recibido algún toque que otro de
Mourinho, pero su alineamiento con el técnico que le llevó al Real
Madrid sigue siendo total. Por él está en el club blanco y por él
cambiaría de aires.
Desprotegido
El argentino no cuenta con mucho
más respaldo en la zona noble del Santiago Bernabéu. La negociación por
su renovación, que se alargó más de medio año, deterioró las
relaciones. En el club no gustó que Di María declarara públicamente en
Argentina que esperaba su renovación (en verano de 2011) y al jugador
tampoco le agradaron todas las largas que recibió hasta que rubricó su
prolongación de contrato, subida de sueldo incluida, que se extiende
hasta 2018.
Tomado de Marca