El Real Madrid recuperó ante el Deportivo la pegada que tan temible
le hizo la pasada temporada. Una eficacia de la que había carecido en
los primeros partidos de Liga, y por la que pueden explicarse algunos
tropiezos de principios de temporada.
Ante el Deportivo, el Real Madrid realizó 23 disparos, 13 de ellos
entre los tres palos. Se trata de su tercer mejor marca de la
temporada, aunque dio paso a la mayor goleada, un 5-1 favorecido
también por los dos penaltis sancionados contra los gallegos.
En Liga, su máxima producción ofensiva se produjo en el partido del
debut, ante el Valencia. Pero sus 24 disparos (10 a puerta) sólo se
tradujeron en un gol, neutralizado por Jonas en aquella acción que
acabó con Pepe en el hospital.
Sin embargo, su récord de la temporada se produjo en el partido de
Champions ante el Manchester City, curiosamente en un partido en el que
José Mourinho alineó de salida un trivote considerado por muchos
"defensivo". Pese a ello, el Madrid produjo un total de 34 remates a
portería, 12 de los cuales fueron entre los tres palos. Entre ellos,
ese postrero disparo de Cristiano que dio a los blancos un triunfo
agónico ante el campeón de Inglaterra.
Ante el Valencia, el Madrid convirtió en gol el 10% de sus remates a
puerta. En Champions, elevó su porcentaje hasta el 25%. Ante el Depor,
rozó el 40%. Sin duda, un buen síntoma en la semana de la trascendental
visita al Camp Nou.
Tomado de Marca