En ocasiones, una imagen vale más que mil palabras. La de Iker en el
banquillo del Madrid en San Mamés durante una charla subidita de tono
de Mou con los suplentes es una buena prueba de ello. Se puede llegar a
decir que es un retrato exacto de la situación que vive el capitán del
Real Madrid, sobre todo, en su relación con el entrenador.
Instantes antes de que el partido diese comienzo, Mou se levantó de
su asiento en el banquillo y mantuvo una agria charla con los suplentes
del Madrid. Con todos menos con Iker, apartado en una esquina del
banquillo y ajeno completamente a la conversación que el técnico
mantiene con Nacho, Morata, Higuaín, Varane y Coentrao. Durante la
improvisada charla, se ve cómo Callejón, el más próximo a Iker, se
incorpora para escuchar la reclamación de Mou, que en ningún momento
mira o se dirige al portero para que le preste atención.
Más allá de la bronca de Mou a sus suplentes, recogida por las
cámaras de Cuatro y en las que les reclamaba que se pusiesen las
camisetas para no perder tiempo en caso de un cambio de urgencia -"¿Por
qué razón los jugadores que están en el banquillo no tienen la camiseta
puesta?", les preguntaba-, la escena lo que exhibe es el estado actual
de la relación entre Casillas y Mourinho. El portero está más alejado
que nunca del entrenador. Y viceversa. Y también lo está para recuperar
la titularidad.
La suplencia de Iker en San Mamés fue un varapalo más para el
capitán en su deseo de volver al once. Tras los elogios de Mourinho en
Estambul -“Casillas se está entrenando no bien, sino muy bien”,
destacó- se barajó la posibilidad de que el técnico tuviese un detalle
con Iker en su despedida de un campo especial para él. Un primer guiño
para destensar la situación. Pero no fue así. Casillas repitió
suplencia y ya tiene asumido que así será hasta el final de la
temporada.
A la segunda
De la misma forma que el primer
pulso con Adán le salió mal a Mou y tuvo que recular, el segundo con
Diego López lo está ganando. El ex del Sevilla ha respondido a la
confianza del portugués y le ha dado motivos más que suficientes para
que le mantenga en la portería pese a la recuperación de Casillas.
Cada día que pasa, la decisión de Mou de jugarse el final de la
temporada con Diego López es más firme. Incluso, más de uno en el club
cree que ese debate ya no existe en la cabeza del luso.
A Iker le toca esperar su oportunidad en el banquillo para volver a
reengancharse a la titularidad a la mínima oportunidad que se le
presente. Eso sí, en junio llegará Del Bosque al rescate. En La Roja,
Iker es intocable.
Tomado de Marca