La irrupción de Varane ha reabierto un debate en el Real Madrid que
parecía completamente cerrado desde la temporada pasada: el de los
centrales. La pareja que formaban Pepe y Ramos era junto a las duplas
Özil-Cristiano y Xabi-Khedira lo más sólido del equipo de José
Mourinho. Sin embargo, la operación del portugués durante las Navidades
ha permitido a Mourinho y al madridismo descubrir al mejor Varane.
El francés es un héroe por accidente. Desde su llegada se le vieron
unas tremendas facultades para triunfar en el Real Madrid, pero para
Mou, su DNI —19 años recién cumplidos— pesaba más que su fútbol. La
sanción de cinco partidos de Ramos y la lesión de Pepe le dieron su
oportunidad de oro. Un partido ante el Barça en el que se erigió en el
líder absoluto de la defensa. Una actuación colosal que le valió ser
titular ante el Manchester por delante de Pepe.
Ante los diablos, el francés volvió a cumplir con nota. Salió
vencedor en sus duelos con Van Persie y Wellbeck y sólo falló en una
cesión a Diego López. Una actuación de notable alto que puede provocar
cambios en la zaga.
Mou considera ahora mismo que Varane es su central más en forma, por
lo que tiene como tomar una decisión trascendental de cara a los
partidos del 26 de febrero y 5 de marzo, ante el Barça y el United,
respectivamente. Cualquier medida que implique sentar a uno de los tres
centrales será dolorosa, por lo que el luso se plantea jugar con Ramos
en la derecha.
Esta es la única medida que le permitiría alinear a sus tres mejores
defensas y, de paso, solucionar uno de los principales problemas:la
nula aportación de Arbeloa en el ataque.
Tomado de Marca