El cuerpo técnico del Barça ha dejado claro cuál es su once de gala,
y ese es el que saltará esta noche al césped del Camp Nou para
enfrentarse al Real Madrid con la variación de José Manuel Pinto,
portero copero desde hace cuatro años.
La única duda que mantiene Roura es si introducir a David Villa en
el once, dada su buena prestación ante el Sevilla como ariete puro para
desatascar el partido. No parece probable, ya que con Cesc en el centro
del campo e Iniesta en la punta izquierda el Barcelona gana control de
balón, y la posibilidad de incorporar al manchego a la circulación como
un centrocampista más. Ese supuesto con Villa es más difícil, dada la
tendencia al juego vertical del asturiano.
Cesc descansó en Liga para estar fresco de cara a la Copa. Tiene
unas pequeñas molestias en los isquitibiales, pero no deberían ser
suficientes para dejarle fuera del once titular. Lo lógico es que se
decante por el catalán, y más cuando el Barça sale con el marcador a
favor.
¿Kaká la sorpresa?
Lo que hace unas semanas
podría parecer impensable, a día de hoy es una posibilidad. Kaká puede
ser la sorpresa de Mourinho en el once del Real Madrid. El brasileño
atraviesa por un momento dulce de juego, como confirmó el pasado sábado
ante el Deportivo, y tiene opciones de subirse al carro del Clásico. En
este sentido, Kaká pugnará por un puesto en el tridente ofensivo con Di
María, que sería el sacrificado en el caso de que, finalmente, Mou
apueste por el brasileño. Cristiano y Özil son intocables y el otro
puesto de ataque será para Higuaín.
Kaká ha sido titular en los tres últimos partidos de Liga, ante
Sevilla, Rayo y Dépor, si bien no jugó un solo minuto en Champions ante
el Manchester, el 13 de febrero. En defensa, existe la posibilidad de
que Ramos juegue en banda y la pareja de centrales sea Pepe y Varane.
Tomado de Marca