Por Arian Alejandro
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Números a partes, ciertamente este último
Clásico del fútbol español y mundial entre el FC Barcelona y el Real Madrid,
dejó claro el por qué son los principales conjuntos de la nación ibérica y que
no importa las ausencias por lesión, sanción o decisión técnica. La entrega en
la cancha, la presión y los deseos de sacarle ventaja a su archirival, hacen de
este duelo un partido único cada vez que sucede, ya sea en la competición que ocurra.
Ayer no fue la excepción, ambos
equipos fueron un reflejo de sus características. El Barcelona con su habitual
toque y constante rotación de los jugadores y la redonda. El Madrid con su
letal verticalidad a la hora de encarar el área rival.
Esta vez Leo Messi y Cristiano
Ronaldo, las armas de más calibre de
cara a la portería por cada uno de los elencos, dejaron su total protagonismo
de los recientes encuentros, cediéndole este rol a figuras como Rafael Varane,
joven defensa del equipo “merengue” y al experimentado Daniel Alves, carrilero
derecho del once azulgrana.
El Santiago Bernabéu vio como el
joven defensa francés ahogaba gritos de gol a la afición catalana que se dio
cita en el feudo capitalino, mientras que el brasileño hacía lo mismo casi en
el último minuto de partido, momento en el que los “blancos” dieron la esperanza
a su público de una posible y espectacular remontada, luego de salir atrás en
el marcador por la diana de Cesc Fábregas al inicio de la segunda mitad.
Los dirigidos por Tito Vilanova,
aunque por su enfermedad lo está sustituyendo Jordi Roura, entiendo que
perdonaron a sus contrarios, Pedro, el propio Cesc, Jordi Alba y Xavi Hernández,
pudieron haber sentenciado la eliminatoria de Copa, teniendo en cuenta el valor
de los goles como visitantes.
No se puede tampoco subvalorar la
alineación que presentó José Mourinho, a pesar de no estar Sergio Ramos, Pepe,
Casillas, Coentrao y Di María, los que saltaron al césped del estadio madrileño,
en su mayoría son figuras acostumbradas
a la alta competición.
Quizás Xavi Hernández no tuvo su
chip lo suficientemente conectado para dirigir los hilos culé, pero tampoco dejó
toda su efectividad en la cancha el alemán Mesut Ozil. Benzema e Higuaín, Pedro
Y Alexis Sánchez se retiraron sin plantar huellas en las redes de sus rivales y
sin muchos huecos hechos a las defensas, que a mi entender fue lo más
sobresaliente del partido, dado el trabajo que desarrollaron Varane y Carvalho
de la parte “blanca”; Piqué, Alves y Puyol del lado azulgrana.
A las miradas de todos no se escapan
los árbitros, dos fueras de juego totalmente errados en contra del Barça. Además
de que en cuestiones de tarjetas y faltas siempre dejaron marcas negativas para
ambos conjuntos.
Ahora habrá que esperar al 27 de
febrero en la sede de los catalanes. El Madrid tendrá que salir a marcar, esto
puede ser aprovechado por los blaugranas. Claro, estoy simplemente especulando,
la verdad la tienen los 22 o más protagonistas que saldrán ese día al terreno.
Seguimos pateando la blanca y negra