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Se acerca cada vez más el partido que
todos los seguidores del fútbol a nivel de clubes desean ver. Barcelona-Real
Madrid paralizarán e unirán por alrededor de dos horas a los cinco continentes del
planeta tierra.
Con ventaja de tres puntos y un partido
menos el equipo merengue saldrá a la cancha del Santiago Bernabéu mostrando su
mejor juego de los últimos tres años. Una potente ofensiva, una dura defensa,
el para mi mejor portero del mundo y
Cristiano Ronaldo que amén de marcar goles; también los reparte como
agua.
Por su parte el Barca ha enseñado dos
caras en esta edición liguera. Imbatible en casa con ocho victorias y un empate,
además de 41 goles marcados sin la sombra de alguno permitido. Todo lo
contrario fuera con 2 triunfos, 3 empates y una derrota. Contemos que tampoco a
podido desarrollar a plenitud su sistema de juego pues sus rivales aunque sean
de menor cuantía, se repiten a la hora de colocarse en el terreno y hacerle
frente al campeón de Europa.
De por medio restan los enfrentamientos
de la 6ta jornada de la Liga de Campeones (Madrid-Ajax y Barcelona-Bate Borisov).
Sin ningún tipo de trascendencia para ambos, con la clasificación y el primer
lugar de sus grupos asegurado, lo mas probable es que se vean a figuras menos habituales,
reservando lo mejor para el día 10.
Anunciado hace algunos días por José
Mourinho; DT de los blancos, la probable presencia de Xabi Alonso, Lass Diarra
y Sami Khedira en la media cancha, daría al Madrid más físico que creación en
este sector del campo; pero siempre pensando en molestar el juego culé, dejando
a los cerebros azulgranas sin opciones ante ese ferrio marcaje.
Sabiendo conocido el esquema táctico
usado por Pep durante esta campaña, variando entre el 3-4-3 y el 4-3-3 y recordándoles
el once planteado por este escribano para el duelo este sábado (Valdez,
Adriano, Puyol, Piqué, Alves, Keita, Xavi, Iniesta, Pedro, Messi y Alexis), ¿Cuál podría
ser la respuesta de Guardiola?
Sacrificar uno de los tres hombres del
tridente de ataque para darle entrada al flamante fichaje blaugrana, Cesc Fábregas;
pero no para que haga funciones de extremo, sino para que acompañe a sus compañeros
también de la selección en la medular, buscando un mayor control del balón y teniendo
en cuenta que tanto Cesc como Iniesta pueden desbordar por las bandas gracias a
sus tremendas habilidades.
Sumemos a esto el apoyo que puede
representar para los laterales, Al ves y Adriano, que se verán un tanto limitados
ofensivamente debido a la amenaza que representan CR7 y Di María. Con esta propuesta
no se renuncia al constante movimiento del balón ni de los propios jugadores
catalanes, sólo que por primera vez bajo la era Pep Guardiola se jugaría un
4-4-2.
Con messi y el chileno Sánchez en
punta; ambos intercambiando posiciones, abrirían más el ataque culé, dejando el
centro de la cancha para alguna envestida individual del propio argentino o un
posible contraataque a la portería defendida por Casillas. Todo a favor de una
victoria barcelonista necesaria para cambiar el rumbo que está tomando esta
temporada la Liga de las Estrellas.
El Real Madrid tratará de borrar la
historia de los últimos seis clásicos en los que los de la ciudad condal han
sacado 5 éxitos y negociado un empate. Juan De Ramos, Manuel Pelegrini y Mou no
han podido frenar al Barcelona ni a Guardiola: (2-0, 6-2, 2-0, 1-0, 5-0) han
sido las alegrías catalanas, mientras que 1-1 fue el resultado del más reciente
choque en Liga. Desde mayo del 2008 han transcurrido más de 1000 días sin que
los merengues puedan sonreír ante los que practican el mejor fútbol del momento.